Familiares de víctimas de homicidios se autoconvocaron ayer a las puertas de los Tribunales provinciales y presentaron un escrito reclamando justicia.


Un abrazo y un reclamo para pedir celeridad a la Justicia


Un solo pedido dirigido a la Corte. Basta de muertes inocentes.

"Esta es una marcha de víctimas que quedaron a la intemperie". La frase, de uno de los familiares de víctimas de homicidios que se autoconvocaron ayer a las puertas de los Tribunales provinciales, sirvió para enmarcar la sensación térmica de aquellos a quienes la bestialidad les arrancó parte de su vida. Estuvieron parientes y amigos de al menos ocho víctimas de crímenes cometidos en los últimos dos años. Juntos realizaron un abrazo simbólico a Tribunales y expusieron un escrito que presentaran ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
"Nos gustaría que el ministro de Seguridad de la provincia (Raúl Lamberto) nos diga cuántos de los 300 homicidios que hubo en los dos últimos años fueron esclarecidos", preguntó Mario, el papá de Marcos Leonel Riveros, asesinado a balazos en septiembre de 2011 en Forest y Alvarado cuando intentaron robarle la moto. Además de la familia Riveros estaban representados Martín Almada, Leandro Martín Zini, Juan Pablo Fadus, Emiliano Killer, Ezequiel Peñaloza, y Vanesa Celma, una mujer de 27 años que falleció el 22 de noviembre de 2010 tras intentar sobreponerse durante cinco meses tras sufrir graves quemaduras en su cuerpo. También estuvo el pastor Eduardo Trasante, padre de Jeremías, una de las tres víctimas del triple crimen de Villa Moreno ocurrido el 1º de enero pasado. "Estamos en representación de los chicos y acompañando la marcha", indicó. Los otros dos pibes muertos en ese episodio fueron Claudio Suárez y Adrián Rodríguez.
Femicidio. El caso de Vanesa Celma resaltó en la marcha no sólo por el contexto en el que ocurrió el hecho, sino por la escasa repercusión mediática que tuvo entonces. Jorgelina es hermana de la víctima y hoy está a cargo de los hijos de la muchacha. Ella relató que Vanesa fue quemada el 29 de junio de 2010 en la casa de Humberto Primo al 2000 en la que la mujer, embarazada de 8 meses, vivía con su concubino y el hijo de ambos, de 5 años. Junto a ellos, el día de la targedia había dos amigos del hombre.
En ese marco hubo una fuerte discusión y Vanesa terminó en el hospital con buena parte de su cuerpo quemado. Su pequeño hijo escuchó todo lo ocurrido y fue quien pidió a los vecinos que ayuden a su mamá. Al día siguiente, a Vanesa le hicieron una cesárea en el Hospital de Emergencias y nació una nena que hoy tiene 2 años. "Cuando ella salió de terapia intensiva le pudieron poner el traqueótomo, la alcanzamos a ver caminar, manejar un celular. Pero estaba toda infectada por dentro. Ella alcanzó a salir y estar en la casa una semana, pero se deshidrató totalmente. La volvimos a internar y el 22 de noviembre se murió. Día a día se fue perdiendo más", relató Eva, cuñada de la mujer. "El caso de mi hermana está registrado en la «Asociación Civil La Casa del Encuentro» como femicidio y acá el juzgado de Instrucción 12 (Mónica Lamperti) lo está investigando como incendio seguido de muerte. Y no hubo una casa incendiada, hubo una mujer incendiada", relató Jorgelina. "Ahora nos enteramos que la jueza nunca escuchó la declaración de mi sobrino en cámara Gesell y el escuchó todo. El nene, que hoy tiene 7 años, no quiere ver al papá por todo eso", explicó la mujer.
Así fueron relatando sus penas los distintos familiares de las víctimas. "El pibe que mató a mi hijo anda libre porque tiene 15 años. Desde que mató a mi hijo ya lo agarraron al menos seis veces por otros delitos, y sin embargo anda en la calle. Yo opino que debería tener otro tratamiento y no andar en libertad así porque sí", indicó Héctor Zini, el padre de Leandro.
Entre banderas, pancartas y remeras con los rostros de las víctimas, la mayoría de los testimonios de los familiares, a pesar de la variedad de contextos en los que ocurrieron los homicidios de sus parientes, coincidían en los mismos puntos: investigaciones policiales frágiles o inexistentes, una ausencia de las instituciones del Estado para contener a las víctimas y el cansino andar de la Justicia, tanto a la hora de actuar como de difundir sus actos.
El escrito. En el escrito que presentarán ante la Corte nacional indican que "como familiares de víctimas sabemos que nuestro sistema judicial presenta múltiples fallas, entre ellas la falta de investigación de los delitos y en consecuencia los delincuentes libres. Otra de las fallas es la falta de instituciones para alojar a menores en conflicto con la ley penal, para así ser rehabilitados y reinsertados a la sociedad". Y firman como "Rosarinos de pie por una provincia segura".
Fuente: Diario La Capital 

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