UN TRANVÍA LLAMADO DESEO. Sueños y verdades de transporte publico en Rosario


EL TRANSPORTE EN ROSARIO.




Por Quela Scrosoppi.




Q la intendenta Mónica Fein se muestre optimista por la atención del Secretario de Transportes de la Nación en relación al proyecto del tren-tranvía-subte soterrado q transversalizará la ciudad de Rosario, parece interesante, digamos, por pensar de manera superadora el transporte de la ciudad “para los trabajadores”, ahora su optimismo es un estado de ánimo q no coincide con el “optimismo” de los usuarios cotidianos de los transportes ya existentes.
La intendenta piensa a futuro, todos lo hacemos, proyecciones de la política q hasta el mismo nóbel senador ex intendente del socialismo se ha mostrado cauteloso en la magnificencia de la inversión q es desmesurada, y con la q coincidimos; pero desde el lado del laburante obrero-docente-empleado que todas las mañanas nos detenemos a analizar con el mismo “optimismo” nuestras propias proyecciones diarias sentimos q nos “transportan” enterrados como si fuera una fatalidad en los colectivos de la ciudad.
Cómo manejar el desaliento mientras comprobamos q no se cumplen las frecuencias con las q deberían pasar los colectivos y q no las respetan. Interés público enterrado, ya q el q no tiene vehículo no se ve, está en los sótanos de la política social de la intendencia (¿política social mercantilizada?).
En q lugar poner el desánimo del q espera y espera y depende del chofer, en una noche cualquiera modificar a su antojo el recorrido de la línea (o la unidad q conduce) aduciendo sus subjetivos temores o estrategias ante la inseguridad reinante según las zonas. Así las necesidades del usuario quedan escondidas en la queja con su familia y allegados, total nadie controla aparentemente la puntualidad y cumplimiento de los horarios.
La intendenta tendrá el significado de comodidad, poniéndose en el lugar del otro y se imaginará cómo transcurre el viaje en un colectivo de línea urbana, yo no lo creo, porque si hay algo q no ocurre en estas unidades es brindar un servicio cómodo, y no decimos de lujo, porque es la forma en q analizan las pretensiones de los q menos tienen. Y no hablemos de higiene y del estado de las unidades, ya q está muy naturalizada la idea q no importa si lo público está percudido ya q al fin se usa igual y nadie cuida el bien público, no consideran necesario educar con el ejemplo, se invisibiliza un área importante como la higiene, la salud, están persuadidos q con proyectos rimbombantes pueden soterrar las penurias de lo q sólo consideran “gente”. Es sano q a causa del carril exclusivo los viejos q necesitan realizar trámites en el Pami de calle San Lorenzo se vean privados de descender de un taxi o de cualquier medio privado porque el interés privado de la municipalidad está x encima de sus derechos públicos esenciales ?
Sería inteligente de parte del ejecutivo municipal q los mortales q circulamos x el centro de la ciudad nos informara q niveles de contaminación y cuál es el nivel de monóxido al q estamos expuestos diariamente. Hablamos tanto de seguridad q sería bueno para nuestra salud saber la seguridad ambiental o inseguridad a q estamos sometidos, cómo se controla? 
Y hablando de inteligencia, como el maná socialista debe venir de arriba, todo se le reclama al Ejecutivo Nacional, también sería inteligente q la directora del Etur explicara claramente cuál es la maraña tecnológica para la implementación de la tarjeta SUBE, pues ha declarado q la tarjeta inteligente implementada en la ciudad de Rosario es más inteligente q la tarjeta implementada en Bs As. Ya estamos bastante mal en Rosario en materia de transportes como para hablar sobre las inteligencias de las tarjetas y su coeficiente tecnológico!. Mónica Alvarado, no sería inteligente explicar cómo se articula el sistema público y privado: subsidios q ya se reciben de Nación, déficits, ganancias y utilidades? 
La intendenta obtuvo de manera constitucional con vericuetos de catacumba q la ubican dudosamente en el saber popular sobre la legitimidad de esa prerrogativa, digamos, salvó institucionalmente la constitucionalidad de esa apropiación de un poder bajo el manto de seguridad jurídica, q parte del pueblo q no la votamos estamos rotundamente en desacuerdo, pero como se decía en la época virreynal, “acato”, pero no acuerdo; aunque x lo visto y oído en cada parada de colectivo en toda la ciudad, hasta los q le otorgaron la confianza del voto ya no creen en q esa sea la ruta del socialismo, más bien es el itinerario del neosocialismo liberal q enmascarado sólo ofrece ajuste al bolsillo del q precisa del Estado. Intendenta lo q ud considera gente, ya no se come los mocos del acobardamiento ante ejecutivos, q sin consistencia hacen anuncios megamillonarios y sólo golpean instancias superiores de gobierno ( nacional) caprichosamente como caceroleras q hacen su propio guiso no importándoles un corno del pueblo.
Podrán soterrar todos los caminos, guardar en el subsuelo las necesidades del pueblo, pero q tengan en cuenta q si la “gente” quiere viajar en el tren fantasma se da una vueltita en los recuerdos del decaído Parque Independencia. Q no se equivoque la intendenta “socialista” porque viajamos en el tren de la realidad, en el consciente colectivo, en un tranvía llamado deseo.

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