Agrotóxicos: apreciaciones tras fallo histórico en Arequito



 Esta localidad consiguió a travez de un fallo judicial prohibir en todo su distrito el uso de productos fitosanitarios de banda roja y de coadyuvantes, productos que se le agregan a los “caldos” de pesticidas para potenciar su eficiencia. 
Explicaciones y alcances ordenanza y el Dr. Verzeñassi, responsable académico de Práctica Final en Medicina, analiza la problemática de los agroquímicos en Santa Fe. 
Fuente: CEPRONAT
La localidad de Arequito celebra anualmente la Fiesta Nacional de la Soja y está enclavada en el área de producción agrícola más importante del país. Sin embargo, otra cosa la distingue este año: 

Estos tóxicos están prohibidos en Europa pero se aplican en nuestro país como parte de los cocteles de agroquímicos utilizados en la producción agrícola y permitidos por SENASA. 

Puntualmente, la normativa prohíbe en todo el distrito, no sólo en su área urbana, los que se elaboran a base de los nonilfenol etoxilados, por ser sustancias capaces de alterar el sistema hormonal de humanos y animales en su carácter de potenciales “disruptores endócrinos”. Nada inocente: estos compuestos pueden producir, entre otros problemas, cáncer de próstata, testículo o mamas, reducción de la fertilidad masculina y muerte embrionaria y fetal en los embarazos.

Este resumen no proviene de organizaciones ambientalistas radicalizadas, sino dela Comunidad Europeae, incluso, de una empresa argentina que discontinuó un producto a base de los componentes riesgosos y desarrolló otro menos agresivo. Sin embargo, aún la legislación nacional no ha dicho nada al respecto.

La ordenanza 965 fue sancionada el 26 de enero de 2011. “Nos están llamando de muchas comunas para pedirnos el texto, porque no hay antecedentes en el país”, dice Juan Pablo Larrambebere, presidente comunal de Arequito, quien juzgó que la normativa pudo materializarse gracias al “alto grado de conciencia ambiental” que le acredita a los ocho mil habitantes de la localidad que gobierna, situada a85 kilómetrosde Rosario.

Es que la norma cobró estado público esta semana al difundirse un fallo judicial que también, en rigor, no es reciente sino que data del 3 de octubre último. Por esa medida,la Cámaraen lo Contencioso Administrativo N°2 de Rosario rechazó el pedido cautelar de amparo cursado por la firma SpeedAgro, con sede en el Parque Industrial de Sauce Viejo, por el que pedía suspender la ordenanza de Arequito hasta tanto se resuelva la cuestión de fondo: su pedido para declararla inconstitucional.

En pleno centro de la zona núcleo agrícola, los pagos dela Fiesta Nacionaldela Sojay de la cantante Soledad Pastorutti, fue esa compañía la que puso su propio “grito” en el cielo porque ya no puede seguir vendiendo allí su coadyuvante SpeedWet Maxion NG, a base de los localmente prohibidos nonilfenil etoxilados.

La norma de marras, en su artículo 7º, prohíbe el uso de productos fitosanitarios tóxicos y muy tóxicos (catalogados por el Senasa como Banda Roja) en todo el distrito de la comuna, no sólo en su planta urbana, con lo que profundiza los alcances de la ley provincial de Fitosanitarios. Además, aleja hasta mil metros del perímetro urbano la fumigación aérea o terrestre de químicos muy utilizados enla Argentina, como el insecticida Endosulfán (prohibido en más de 50 naciones) o el herbicida 2-4D.

Pero la parte inédita de la ordenanza, que la convierte en pionera dentro del país, está en su artículo 9º, que no legisla directamente sobre el uso de los biocidas sino sobre las sustancias que se les agregan para, por ejemplo, mejorar su absorción por parte de los vegetales o hacer más eficiente su aplicación: los coadyuvantes o surfactantes. Sin embargo, no impugna a todos ellos, sino a los que contienen nonilfenol etoxilados, sustancias ya severamente restringidas por el Parlamento y el Consejo Europeo mediante una directiva de junio de 2003 que tuvo en cuenta más de un centenar de estudios científicos.

La Cámarade Rosario denegó el reclamo cautelar de SpeedAgro pero, además, lo hizo con una fundamentación sólida que desmonta uno por uno los planteos empresarios haciendo prever también un fallo adverso sobre la cuestión de fondo: la legitimidad de la ordenanza arequitense cuestionada por la compañía.

“Una herramienta jurídica de lujo para quienes asumimos la defensa de la vida como una cuestión fundamental”, fue el calificativo que le dio al dictamen Daniel Verzeñassi, docente e investigador dela Facultadde Medicina dela Universidad Nacionalde Rosario (UNR).

En esencia, SpeedAgro plantea que la ordenanza se extralimita en las potestades de una comuna al prohibir lo que no veta el Senasa o la ley santafesina de Fitosanitarios. Que con ello avanza sobre el derecho al libre comercio, y que no hay certeza, sino “controversia”, respecto de los efectos dañinos del nonilfenol.

La empresa había cursado un pedido administrativo a las autoridades de Arequito que fue rechazado, y tras hacer la presentación judicial le agregó una solicitud de cautelar para que se suspenda la norma hasta que se resuelva el pedido de fondo.

Los camaristas Alejandro Andrada, Delia Rescia dela Horray López Marull respondieron que lo que fijan las normas nacionales o provinciales en materia de protección ambiental y derecho a la salud son umbrales mínimos, y que las instancias jurisdiccionales inferiores no invaden competencias si legislan en igual sentido pero con “estándares más rigurosos o severos”.

Es decir, que la norma local no contradice una de jerarquía superior si “protege más” que ésta. También los jueces dejaron sentado –siempre respaldándose en jurisprudencia y doctrina– que la prohibición acotada que rige en Arequito no habilita “reproches desde la perspectiva del derecho… a las actividades lícitas y al ejercicio del comercio”. Y por último, expresaron que “precisamente, la duda o incertidumbre científica (acerca de los efectos nocivos del nonilfenol) torna aplicable el principio precautorio”.

La comuna santafesina se apoyó en ese concepto, que está contemplado en la ley 25.675: invierte la carga de la prueba cuando se trata de cuestiones ambientales, obligando a demostrar fehacientemente que un producto o práctica sospechada de peligrosa es inocua (hasta donde lo permita el horizonte del conocimiento contemporáneo) para las personas y el entorno. Entre tanto, autoriza a tomar medidas “eficaces” para proteger el entorno y la salud humana.

El doctor Verzeñassi, sub secretario Académico dela Facultadde Medicina y especialista en salud socio-ambiental, recuerda que él es parte de un amplio colectivo que hace rato advierte sobre los riesgos en la utilización de los coadyuvantes disponibles comercialmente, la mayoría a base de nonilfenol. Es una advertencia, refiere, muchas veces opacada por el protagonismo mediático que adquirieron los biocidas con los que se aplican, entre ellos el famoso glifosato. “Son igualmente peligrosos.

La acción detergente de los surfactantes está relacionada con enfermedades neurológicas (los detergentes limpian las grasas, y nuestro sistema nervioso es fundamentalmente grasa), así como con disrupciones endócrinas. Baste recordar la molleja, que es tejido glandular puro, y ¿qué es sino grasa?”, ejemplifica el docente. Y continúa: “¿Cuál es el principal componente de nuestras membranas celulares, sin el cual no habría membrana y por lo tanto células? Correcto: lípidos”.

Precisamente lo que “disuelven” los coadyuvantes para facilitar la penetración de herbicidas e insecticidas en la estructura celular de los cultivos, además de cumplir otras funciones que hacen más “eficaces” las pulverizaciones. En esencia, actúan como los detergentes hogareños comunes, salvo que con una agresividad sensiblemente mayor ya que no degradan las grasas inertes sino las que componen los organismos vivos.

Con su ordenanza, Arequito resta un peligro para la salud de sus habitantes. Y contra cualquier suposición, no hubo conflicto más allá del que plantea SpeedAgro. El jefe comunal, Larrambebere, enfatiza que la normativa es respetada por los productores, aplicadores y los “seis o siete” ingenieros agrónomos que asesoran en la zona, a quienes además se los consultó para redactar el texto junto a especialistas del Inta (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria).

“Antes había peleas constantes entre aplicadores y vecinos, pero todos viven y tienen sus hijos en el pueblo, y entendieron” que la salud está por encima de las ganancias, hace historia el funcionario. Con todo, no hubo quejas por pérdidas de rinde en los cultivos ni “atentados” contra el progreso biotecnológico, como se planteó reiteradas veces ante casos similares.



"Ante la imposibilidad de plantear una prohibición total de agrotóxicos, Arequito opta por empezar de esta manera a mejorar su calidad de vida", explica el Dr. Damián Verzeñassi, docente e investigador de la Facultad de Ciencias Médicas. "Por supuesto que esta ordenanza interfiere con el beneficio económico de determinadas industrias. Una de ellas hizo una presentación ante la justicia", cuenta en relación a la medida cautelar peticionada por la empresa Speedagro S.R.L que pretendía la nulidad de la normativa aprobada por la Comuna.

Finalmente, la Justicia decidió no hacer lugar a ese reclamo, argumentando la carencia de pruebas científicas que demostraran la inocuidad de los productos prohibidos. "Nosotros nos enteramos de todo esto cuando toma estado público el fallo de la Justicia -relata Verzeñassi- A partir de ahí estudiamos el fallo, emitimos opinión y tomamos posición desde la Facultad".

Para el Dr. Verzeñassi el fallo judicial "es extraordinario" porque ratifica el derecho a un ambiente saludable a todos los ciudadanos, anteponiendo el principio precautorio por sobre los interses económicos. "El fallo sostiene que si la misma empresa plantea que no hay evidencia científica contundente respecto a la inocuidad de estos productos, se asume que hay que cuidar la salud y por tanto se determina no permitir su uso. Es un punto muy importante a favor de los movimientos sociales y de quienes trabajamos para cuidar la salud y del ecosistema", expresa.

Agroquímicos y salud

Lo que ocurrió en Arequito echa por tierra los argumentos de quienes defienden la aplicación de agrotóxicos en el actual modelo de producción agroexportadora. Suele sostenerse que no existen pruebas suficientes sobre la toxicidad de los productos. El Dr. Verzeñassi insiste en lo contrario: "nadie puede afirmar que el cóctel que se utiliza en los campos de Santa Fe es inocuo". 

"Nosotros estamos realizando estudios epidemiológicos en terreno que nos dan como resultado datos que nos hacen pensar que hay una relación entre proximidad con áreas de fumigación y daños a la salud. Hay investigaciones científicas como el informe de la Universidad Nacional del Litoral, la de Andrés Carrasco, la que publica la Asoc. canadiense de Cáncer, entre otras, que van demostrabndo que los productos agrotóxicos usados en nuestra región se vinculan a las malformaciones congénitas, las neoplasias, cánceres, hipotiroidisimos, problemas neurológicos, abortos espontaneos, etc.", indica.

Por otra parte, el Doctor, Profesor y actual Secretario de Extensión de la Facultad celebra que la Universidad Pública empiece a preguntarse "por qué se nos impuso este modelo de producción y qué podemos hacer para salir de él sin dejar con hambre a nuestras poblaciones . Considera que se trata de un hecho saludable para la Universidad y explica que por ello la Facultad de Ciencias Médicas se ha declarado "en solidaridad con los pueblos que se movilizan y que luchan por la salud de sus ecosistemas y de la vida".

Al sur de Santa Fe

Los estudiantes del último año de Medicina organizan campamentos sanitarios durante sus prácticas finales, visitando poblaciones de menos de 10000 habitantes y construyendo sus perfiles de morbilidad y mortalidad.

"Cuando recorrremos los pueblos nos encontramos con problemas de salud realmente serios. Advertimos una epidemia de hipotiroidismo que no está declarada como tal. Estamos viendo cómo empiezan a aparecer muchos casos de trastornos neurológicos y cómo en la línea de tiempo de la evaluación se incrementan los abortos espontáneos en el sur de Santa fe, así como las malformaciones congénitas. Nadie puede decir: los agrotóxicos no tiene nada que ver", advierte Verzeñassi.

En general la gente que tiene una actitud de oposición o resistencia a ladifusión de esta problemática es poca. "Porque la sufren, la padecen y quieren saber qué está pasando en su localidad", señala y agrega: "es diferente cuando los dueños de la producción no viven en esos lugares y se sienten a salvo de este tipo de sustancias. También, en algunos casos, la gente tiene miedo de que nosotros vayamos a romper su fuente de trabajo".
La discusión que nos debemos

Para Verzeñassi los agroquímicos son indispensables para mantener este nivel de rentabilidad en este modelo de producción. "Por eso lo que nosotros planteamos es otro modelo de producción", aclara. "Si priorizamos una rentabiliada macroeconomica que no resuelve los problemas específicos -como la pérdida de sobreanía alimentaria, de arraigo de la gente en sus comunudades, de identidad de los pueblos campesinos y originarios- y se avanza sobre las comundiades con una lógica de explotación, de estirpamiento de los
recursos naturales, entonces este es el modelo más rentable. Pero nosotros estamos viendo que existen en el mundo experiencias concretas que permiten afirmar que la alimentación del planeta no depende de los 400 mil grandes agroindustriales, sino de los 1500 millones de pequeños y medianos agricultores que son los que realmente producen alimentos", fundamenta.


Desde la Facultad, el Doctor sostiene que lo que se pretende es "dar una discusión científica en serio. Eso implica un posicionamiento político", argumenta. "La discusión actual sobre el modelo agroindustrial no es sobre salud, ni sobre alimentación, es solamente económica".

La ordenanza aprobada en Arequito habre un camino de esperanzas en la lucha por una producción sustentable, saludable y ecológica. "Ojalá el ejemplo de Arequito sirva para que nuestros legisladores provinciales le den sanción a una Ley de Agrotóxicos para nuestra región que no haga que tengan que ser los presidentes comunales los que terminen definiendo cuáles son los límites. Entendemos que todos los productos que se utilizan están permitidos por el SENASA, pero esto es una discusión política, de principios. Entendemos que el desafío de nuestra Universidad es constituirse en un actor trascendente e importante en la
discusión que se debe dar en la Cámara de Diputados y Senadores de Santa Fe. Para ello, el fallo de Arequito sienta un precedente", concluye.


Fuente: Chaco día por día y http://www.unr.edu.ar/noticia/4646/agrotoxicos-apreciaciones-tras-fallo-historico-en-arequito


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